miércoles, 4 de abril de 2012

Prólogo




Prólogo


               Orlando es un personalísimo pintor, con obra prolija, llena de poesía, de misterios y de emo­ciones, al que referencié como un gran artista. Des­pués he comprobado que además es un gran hom­bre, íntegro, que sigue su vocación con ahínco; sen­sible, altruista y compasivo,  como queda patente en la dedicatoria de esta su “opera prima” literaria, dice Orlando en ella: “Dedico este libro /a mis hijos /a mis padres que Dios tenga en su gloria/ y a toda la humanidad”. Aquí está dicho todo. Estas palabras no precisan otra glosa. Esta es la personalidad del autor. Estos son sus valores y sus poderes de huma­nista contemporáneo.

                              Orlando Arias es, como se ve, un espíritu cosmopolita y además un soñador. Al igual que en su pintura, en “Los sueños de Alejandro y de Isabel, el despertar de un nuevo amanecer” el autor se expresa en un meta-realismo, que supera la memoria de los sueños, para introducirse en los espacios de la fantasía.

               La historia que cuenta en su libro, en parte crónica de un tiempo y de una sociedad, tiene sus raíces, no solo en el Valle de donde es oriundo, sino también, como él dice, “en el influjo que los ances­tros ejercen sobre el alma de cada uno”, ya que, en efecto, su narración es muy propia de aquellos paí­ses andinos, en los que transcurrió su infancia y sus primeras impresiones vitales, de las que toda per­sona es feudataria.   

               En la obra de Orlando Arias, como en su pintura, aparecen los colores que dan vida a un ri­quísimo mundo cromático, alimentado permanen­temente por la realidad folklórica y popular de su país.

               J.L. Montané ha definido a este pintor como un “metafísico” y lo es, digo yo, porque su visión de los actos reales abarca a lo que trasciende de la evidencia, para plasmarlo en su pintura con “una mirada del más allá”, que es lo mismo que hace en su literatura. Pero Orlando Arias es además y sobre todo un altruista, que ama a sus próximos y a sus lejanos. A su prójimo, a sus hermanos. A la Humanidad. La compasión es su virtud relevante. Iluminado por ella ha concebido la historia que da contenido a su libro y la ha plasmado con el arre­bato que da la pasión.  Es una crónica apasionada del quehacer de dos seres entregados a hacer el bien y ha impedir el mal que la injusticia supone

               La historia tiene dos protagonistas: Isabel y Alejandro, que son jueces y partes del devenir vital de un pueblo llano y laborioso…y también explotado. Isabel nace en un innominado pueblo, en casa humilde, y es adoptada, en contra de la voluntad de su madre, por la familia más rica y poderosa de la comunidad. Esta circunstancia será conocida más adelante por Isabel, lo que constituirá un elemento importante para el fortalecimiento  de su natural rebeldía ante la injusticia.

               El niño Alejandro llega al pueblo con su familia campesina y conoce muy tempranamente a Isabel. Desde entonces sus vidas quedan inexorablemente unidas. El amor que nace entre ellos, ya en la adolescencia fructifica, tras el matrimonio, en el pequeño Miguel, depositario de la historia, en la que Alejando e Isabel, sus padres, son los protagonistas. Historia que se trasmite por generaciones hasta llegar al tataranieto de los protagonistas.

               A Isabel, poseedora de una energía incontenible, la domina y espolea el ardor y el dolor de la injusticia. Sentimiento en el que es acompañada por su Alejandro, que comparte con ella la conmiseración hacia los pobres y oprimidos.

               Con esta vocación arrolladora, Isabel inevitablemente se convierte en una líder popular y termina por crear un partido político, con el que concurre a las elecciones. Una vez ganadas, inicia toda una serie de reformas sociales y económicas que, inevitablemente despiertan el odio de los poderosos, por lo que finalmente, amenazada de muerte, se ve obligada a abandonar. No se rinde, no renuncia Isabel a su sueño quimérico de su personal utopía, simplemente aplaza su consecución cuando dice: “nuestra labor de hoy será centrarnos más en la educación de los niños, ellos están llamados a cambiar el mundo”.

               Alejandro, en sus oníricas ensoñaciones, ha de ser, cual caballero artúrico, el rescatador y salvador de su señora Isabel y la lleva, al final de sus sueños, guiado por la Nereida, a alcanzarle el triunfo, cuando: “el padre de Nereida colocaba la corona en la cabeza de Isabel, los asistentes se pusieron de pie y aplaudían a Isabel, como Reina del Mar”.

               Esta novela se desenvuelve entre el natu­ralismo de la experiencia más escueto y la fantasía más exuberante, que va desde, (sigamos a Italo Cal­vino), lo fantástico visionario a lo fantástico mental, no despreciando la ciencia ficción, por dos vías que se entrecruzan en el transcurso de la peripecia del relato y que es explicada mediante el monólogo continuado de un narrador omnisciente. Finalmente la narración toma un sesgo sorprendente, que de alguna forma nos remite al universo kafkiano, de cuyo espíritu está impregnada toda la obra, al unir lo fantástico y lo verdadero en una acción proyec­tada a un futuro nebuloso.

               Son muchos los personajes, tanto reales como oníricos. Sin embrago el autor prescinde de cualquier diálogo interpersonal. El único diálogo existente es el que el autor establece con el lector al que dirige sus palabras y pensamientos.

               La obra recoge las utopías que de un humanismo radical y fabiano, puro e ingenuo, en el que se desgranan los paradigmas de una sociedad, en la que la injusticia es doblegada por el tesón de quienes hacen de la justicia su arma y armadura contra el poder y el egoísmo.

               La lectura y la comprensión del texto son inmediatas, sin complicaciones estilísticas, que pu­dieren difuminar y entorpecer el discernimiento del mensaje y el autor lo consigue mediante el empleo de un léxico directo y sencillo. También aquí se pueden establecer algunas concomitancias con la obra kafkiana, ya que, “mutantis mutandis”, con­forme señala el ensayista y crítico de la obra de Kafka, Tomás Barna: “Su prosa no se distorsiona jamás. Hay una lógica, una naturalidad, un razona­miento tan claro y veraz en los acontecimientos reales o imaginarios que presenta…que torna lo aparentemente más delirante y absurdo en verdad irrefutable”.  Y es que, “mutatis mutandis”, todo eso se puede predicar de la prosa y de la literatura que Orlando Arias desarrolla en esta su “opera prima”.

               El relato, siguiendo un proceso diacrónico, está compuesto por un caleidoscopio de escenas que explican las historias de los dos protagonistas, Isabel y Alejandro, a los que las circunstancias unen y así continúan hasta más allá del fin de la narración, que está plena de inocencia.

               La peripecia de Isabel está narrada en un estilo radicalmente realista, naturalista, en el que no se ahorran los detalles de la crueldad, a los que puede llegar el egoísmo de los poderosos, en su relación con sus semejantes, según la experiencia nos demuestra día a día y podemos constatar, si nos mantenemos atentos al clamor de los oprimidos.

               Alejandro es coprotagonista de la historia de Isabel, pero al mismo tiempo es protagonista de la historia que en los sueños tiene, en los que aparece como caballero de Camelot valedor y salvador de Isabel, a la que acechan peligros innúmeros e inimaginables. Solo imaginables en el mundo onírico en el que el protagonista se desenvuelve. El autor, en la narración de estos sueños, usa todo tipo de recursos literarios, que van desde los que Lewis Carrol empleó en el país maravilloso de Alicia, pasando por los que J.R.R. Tolkien desarrolló para su Señor de los Anillo, hasta los que la también británica J.K. Rowling manejó para explicar las peripecias de su niño-mago, Harry Potter.

               Así como la historia de Isabel es una imagen fiel de los acontecimientos reales que componen  su entramado, los sueños de Alejandro constituyen una gran metáfora con la que el autor describe la lucha por conseguir los ideales del protagonista entre los que destaca su afán por salvar y proteger a su señora. La narración puede leerse de corrido, siguiendo su discurrir cronológico, o puede leerse abriendo el libro por cualquier capítulo, pues que cada uno de ellos constituyen de por si un relato en el que se da, según la preceptiva clásica: Un planteamiento, un nudo y un desenlace.

               Orlando Arias, el autor, es sin duda, un hombre de convicciones que vuelca en su relato y si bien es cierto que, como decía Ortega y Gasset “nuestras convicciones más arraigadas son las más sospechosas, porque constituyen nuestros límites, nuestros confines, nuestra prisión”, no es menos cierto que, como afirmó el poeta alemán Heine, sólo aquellos que tienen convicciones son capaces de concebir y edificar bellas y poderosas catedrales góticas. Pero como dice el ya citado ensayista Tomás Barna: “La riqueza de la obra literaria nos confirma también,, que los símbolos denominados “universales” no son la materia esencial de la creación artística, puesto que - en sí mismos – son elementos estériles. Sólo cuando se hallan animados de una experiencia personal y adquieren la vibración que emana de los sentidos, logrando crear atmósferas en la que se entremezclan la ambigüedad y la sugerencia… los símbolos pueden conmover y emocionar profundamente”. Y este es el caso.

               A esta obra, por tanto, (yo diría, que a toda narrativa), hay que acercarse con actitud meditativa e, incluso, introspectiva, para llegar a descubrir la esencia y el fundamento de toda proposición, sea racional o ideal, que en ella se explicita. Es decir, debemos abordar su lectura con una disposición intelectual abierta a las consecuencias del impacto, inmediato y subsiguiente, que pueda producirnos, para aprovechar aquello que el texto y el contexto nos propone y vibrar y emocionarnos con ello. Aceptado esto, entiendo, con el autor, que es así como el futuro lector debe acercarse a esta narración, y solo bajo esta óptica, ha de entenderse la advertencia que nos hace en la Introducción a la narración, cuando escribe: “hay que leerla con mente abierta, receptiva, sin prejuicios de ninguna clase, desprovisto de todo interés personal y hacer volar a nuestra imaginación, para capturar la magia y los misterios que encierra el Universo”.

Amén, digo yo.
Benito de Diego González




CONTENIDO
Prólogo
Quién es el autor y cómo está escrita la obra
Cap. 1 Nacimiento de Isabel
Cap. 2 Primer encuentro de Alejandro e Isabel
Cap. 3 Nereida encomienda a Alejandro rescatar a Isabel
Cap. 4 Primer combate de Alejandro
Cap. 5 Una gran misión
Cap. 6 El planeta que sueña Isabel
Cap. 7 Nuestra verdadera naturaleza
Cap. 8 Hipnosis colectica
Cap. 9 Cárcel psicológica
Cap. 10 Niños de la calle
Cap. 11 Alejandro manifiesta su a mor a Isabel
Cap. 12 Accidente ferroviario
Cap. 13 Los jueces de la vida
Cap. 14 El regreso a la vida
Cap. 15 Alejandro sale del hospital
Cap. 16 Fiesta de despedida
Cap. 17 Isabel viaja a la capital
Cap. 18 Vivencias metafísicas
Cap. 19 Alejandro e Isabel en la capital
Cap. 20 Momentos mágicos a orillas del mar
Cap. 21 Isabel e Inés viajan a Miami
Cap. 22 Compromiso de boda
Cap. 23 Alberto arriesga su vida por Isabel
Cap. 24 Alejandro recibe instrucciones para
ascender a la montaña
Cap. 25 A Isabel quieren revelarle un secreto
Cap. 26 Dejen que escriba mi historia con mi
propia sangre
Cap. 27 Muere Sara, la matrona que atendió a
Raquel cuando nació Isabel
Cap. 28 Isabel se entera que fue adoptada
Cap. 29 La naturaleza es de todos
Cap. 30 La boda de Alejandro con Isabel
Cap. 31 Alejandro comienza el ascenso a la Montaña
Cap. 32 Isabel se destaca como oradora y Alejandro
da muerte a la primera bestia
Cap. 33 Primeras noticias de la crisis financiera, Alejandro
da muerte a las otras tres bestias
Cap. 34 Alejandro e Isabel se cuentas las experiencias
de sus sueños
Cap. 35 Isabel propone crear una nueva sociedad para
salir de esta crisis financiera
Cap. 36 Informe de bienes para crear la nueva sociedad
Cap. 37 Alejandro combate con las bestias en el segundo
nivel de la montaña
Cap. 38 Ana víctima de malos tratos y reflexiones para
una sociedad más justa y humana
Cap. 39 Origen de la vida, Ana pierde a su bebé
Cap. 40 Privatización de las Universidades públicas, La
ignorancia es el peor enemigo del hombre
Cap.41 Dando forma a los reglamentos que regularán el
buen funcionamiento de la nueva sociedad
Cap. 42 Alejandro e Isabel participan en las nuevas tareas
de la nueva empresa
Cap. 43 Isabel propone crear un partido de tipo humanista
Cap. 44 Isabel con sus discursos llama la atención de
todo el mundo
Cap 45 Conspiración contra la humanidad
Cap. 46 La magia del planeta que visita Isabel y el lado
oscuro que Alejandro combate
Cap. 47 El impago de las hipotecas y el arresto ilegal de
Alejandro
Cap. 48 Primeros logros de la nueva sociedad, Alejandro
comienza su trabajo en el tercer nivel de la montaña
Cap. 49 Alejandro se gradúa como médico y combate
con bestias que adoptan apariencia humana
Cap. 50 La nueva sociedad se hace más fuerte y estable
Cap. 51 Fiesta a orillas del mar, Ana se divorcia de Rubén
Cap. 52 El cambio solo es posible con la autocrítica,
Isabel se gradúa como abogada
Cap. 53 Alejandro sube al cuarto nivel de la montaña, Isabel,
Margarita y Alejandro se establecen en el Pueblo
Cap. 54 Ramón sufre un ataque cardiaco, nace el hijo de
Alejandro e Isabel
Cap. 55 Isabel gobierna su pueblo. Descubren
conspiración contra Isabel
Cap. 56 Alejandro libera a Isabel y es proclamada
reina del mar
Cap. 57 Nuevo amanecer
Cap. 58 El pequeño Alejandro es llevado ante
la reina del mar
Cap. 59 Construyendo la ciudad y medio ambiente
Cap. 60 Gran manifiesto del Movimiento de Cultura Ecológica
Pag 61 Isabel comienza su nuevo trabajo
Cap. 62 El origen del hombre
Cap. 63 Los elementales de la Naturaleza
Cap. 64 Hechicera de la tribu zulú
Cap. 65 Alejandro es atacado por una bruja
Cap. 66 Alejandro, Isabel y Miguel se establecen en la capital
Federal de México
Cap. 67 Debate sobre antropología
Cap. 68 Conócete a tí mismo
Cap. 69 Grandes culturas del pasado
Cap. 70 Alejandro e Isabel regresan a su pueblo
Cap. 71 La tercera guerra mundial
Cap. 72 Mensaje para la humanidad


PUNTOS DE VENTA

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Calle Moratín 8, CP28014  
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Calle Galileo 52, CP28015
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Sitios dónde leer el libro

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Universidad Complutense de Madrid

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Ronda de Toledo 16, Espacio 308-310
28005 Madrid

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C/ Colegiata, 3
28350 Ciempozuelos, Madrid


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C/Canarias No. 10
28934 Móstoles, Madrid



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